Tiempo de cambio. Tiempo de oportunidad. Tiempo de diálogo.
Vivimos tiempos de cambio. Las Cortes Generales elegidas el pasado 20 de diciembre son una buena muestra. Y todo cambio genera dificultades de adaptación de los actores acostumbrados durante muchos años a una dinámica diferente. La formación del nuevo Gobierno está siendo una muestra palpable de esa difícil adaptación. Y pone de manifiesto la ausencia de un diálogo entre diferentes, esencial para hacer frente a la nueva situación. Y ese nuevo Gobierno será el responsable, entre otras muchas cuestiones, de las políticas que destierren definitivamente el terrorismo y asienten una memoria basada en el significado político de sus víctimas.
Por otro lado, el mundo de Batasuna proclama un cambio en relación con la política penitenciaria, en el que incluye la aceptación nítida de la legislación vigente de cara a la reinserción de los presos de ETA. Otra muestra de la aceptación por su parte del Estado de Derecho, al que pretendieron destruir en otros tiempos. Posiblemente, se trata de un cambio táctico, sin una revisión crítica de sus planteamientos, pero, como dice un buen amigo de la Fundación “no se han caído del caballo, pero al menos se han bajado del burro”.
Los tiempos de cambio son también tiempos de oportunidad. Se abre ante la nosotros la oportunidad de terminar de forma definitiva con el terrorismo de ETA. Con un Gobierno en Madrid que no solo utilice la firmeza en ese final, sino que le añada la inteligencia necesaria para garantizar el adjetivo de definitiva. Y con una disposición del mundo de Batasuna a aceptar la legislación penitenciaria para lograr la reinserción de los presos de ETA. Creemos necesario recordar que la legislación penitenciaria exige para la reinserción la autocrítica del pasado. Nada podría ayudar más en ese camino de reinserción que la autocrítica del pasado por parte de Sortu.
Para nuestra Fundación, los tiempos de cambio que generan oportunidades deberían regirse por un principio querido y practicado por Fernando Buesa: el diálogo entre diferentes anteponiendo los intereses generales a los legítimos intereses partidarios. Podríamos añadir, como Fundación que busca mantener su legado, que también hay que huir de protagonismos partidarios en ese deseado final definitivo de ETA.