Boletín 68 - marzo 2018

Boletín digital

EDITORIAL

"El significado de las palabras"

El pasado 22 de febrero conmemoramos el XVIII In Memoriam por el asesinato de Fernando Buesa y Jorge Díez bajo el título “Significar. Significado. Significarse”.

Con el final del terrorismo, la construcción de la convivencia basada en principios y valores democráticos, en palabras y conceptos compartidos, se ha convertido en un objetivo prioritario.

Las palabras deben ser base de comunicación, expresión de sentimientos e ideas. No está de más recordar que el lema de la Fundación Fernando Buesa Blanco es “El valor de la palabra”.

Desgraciadamente, muchas veces las palabras han sido armas arrojadizas, objeto de confrontación. Palabras que duelen, que marcan, que señalan.

Nos recordaba Victoria Camps que la expresión “imaginario colectivo” supone una visión compartida de la sociedad, pero advertía también de que muchas veces ese imaginario puede estar lleno de engaños y prejuicios.

Existe también el riesgo de un uso anestesiante de las palabras que, desde una supuesta neutralidad moral, edulcoran la realidad mediante un lenguaje políticamente correcto, a través de eufemismos. Con ello nos evitan todo lo que nos remueve, lo que nos afecta íntimamente, lo que nos pone ante el espejo de nuestras propias responsabilidades.

Existe además el lenguaje falaz, palabras tramposas que llevan a la confusión, al olvido, a ocultar la realidad.

El título de ese acto reivindicó que significarse es tomar partido, definirse, ser claros frente a la tergiversación y a las medias verdades, pese a que en demasiadas ocasiones sea incómodo y genere tensiones.

Son necesarias palabras que salgan del corazón, como las de Sara Buesa en su intervención en el acto de In Memoriam. Palabras que se convierten en un testimonio transformador y vivificante.

Es necesario recuperar el significado de las palabras, evitar que algunas tan nobles como democracia, libertad o justicia queden despojadas de su verdadera esencia, de su semántica precisa.

Resulta imprescindible despejar del escenario público vasco tantas palabras grandilocuentes, palabras-sonajero, que hacen mucho ruido, crean confusión, pero que están vacías por dentro.

Significar - significado – significarse.

La deslegitimación del terrorismo, el derecho a la verdad y a la memoria exigen llamar a las cosas por su nombre.

XVIII IN MEMORIAM

XVIII ANIVERSARIO IN MEMORIAM POR FERNANDO BUESA Y JORGE DÍEZ

“Significar. Significado. Significarse.”

El Museo Artium de Vitoria-Gasteiz acogió una vez más el In Memoriam por Fernando Buesa Blanco y Jorge Díez Elorza, en el decimoctavo aniversario de sus asesinatos.

La periodista Eva Domaika presentó el acto que contó con las intervenciones de Sara Buesa y Victoria Camps.

Vídeo completo del XVIII In Memoriam

Sara Buesa, vicepresidenta de la Fundación, comenzó su intervención hablando de la importancia de “poner en palabras lo que nos sucede y exteriorizarlo” porque para ella “es algo sanador y enriquecedor a nivel individual pero también a nivel social. Hablar de lo que nos ha sucedido, abordarlo, es liberador y nos ayuda a dar un significado colectivo a nuestra experiencia”. Por otro lado, Sara alertó de que hay “quienes utilizan las palabras deliberadamente para camuflar una realidad que les incomoda, para evitar que se tome conciencia de su crudeza, e incluso como herramienta de manipulación para desorientar y evadir sus responsabilidades”. Añadió en este sentido que le “produce un profundo hastío y una gran desazón continuar escuchando referencias al conflicto en el que todos estamos inmersos y del que todos somos víctimas, oír hablar de las múltiples violencias y los múltiples sufrimientos. Escuchar mensajes de rechazo de la violencia en general o de reconocimiento de todas las víctimas por parte de personas que no son capaces de expresar con claridad esos mismos mensajes si se refieren específicamente a la violencia de ETA”. “Hay palabras que duelen”, continúo Sara, “personalmente, el calificativo de presos ‘políticos’ me resulta ofensivo. Para mí un preso político es alguien que está en prisión por defender unas ideas. En mi caso, mi Aita fue asesinado por defender sus ideas. Su asesinato fue un asesinato político. Pero las personas que asesinaron a Aita y Jorge están en prisión por haber matado. Y matar es matar, no es la expresión de un conflicto ni la defensa de una ideología”.

Para cerrar su intervención, Sara Buesa afirmó que el lenguaje “es como un cofre que cuando hablamos lo abrimos y elegimos qué palabras usar.” Para ella las palabras “se convierten en la herramienta más poderosa que tenemos los seres humanos ya que tienen la magia para transformar, para crear y para construir”.

Intervención de Sara Buesa (vídeo)

Intervención de Sara Buesa (texto)

Después de la intervención de Sara Buesa, un vídeo repasó la labor que durante el pasado año 2017 realizó la Fundación Fernando Buesa.

Vídeo de actividades de la Fundación en 2017

Para concluir el acto, intervino la catedrática de Filosofía moral y política, Victoria Camps, que aseveró que “deslegitimar el terrorismo en todos sus niveles implica devolver a las cosas el nombre que merecen: el terrorismo nunca fue un ‘movimiento emancipador’; un crimen no es un ‘accidente’; un asesinato no es un ‘muerto’; la extorsión al empresario no es un ‘impuesto revolucionario’; no existe un ‘pueblo vasco’ ni un ‘conflicto vasco’ porque Euskal Herria no es un territorio ocupado; no debe hablarse de un ‘proceso de paz’ porque lo que ha habido es terrorismo y no una guerra; ETA no ha sido un ‘movimiento de liberación’, sino terrorismo puro y duro”.

Por último, Victoria Camps afirmó que el esfuerzo por recuperar un lenguaje común “ha de estar motivado ante todo por el respeto debido a las víctimas. Mientras las víctimas sean un colectivo incómodo y aislado, el respeto no será efectivo”.

Intervención de Victoria Camps (vídeo)

Intervención de Victoria Camps (texto)

Por la mañana, las familias de Fernando Buesa y Jorge Díez realizaron una ofrenda floral en los Jardines de la Libertad de Vitoria-Gasteiz, junto al monolito erigido en memoria de ambos, al que una año más acudieron familiares, amigos, víctimas y numerosos ciudadanos, así como una nutrida representación institucional.

Galería fotográfica del XVIII In Memoriam y de la ofrenda floral

NUEVA PUBLICACIÓN

La Fundación Fernando Buesa Blanco y el Instituto de Historia Social Valentín de Foronda acaban de editar conjuntamente el libro "Verdaderos creyentes. Pensamiento sectario, radicalización y violencia" (Catarata, 2018), fruto de las ponencias celebradas en el XV Seminario Fernando Buesa celebrado en octubre de 2017.

En su célebre ensayo homónimo de 1951, Eric Hoffer indagó en la naturaleza del “verdadero creyente”, el fanático, y en el activo papel que tuvo en la deriva totalitaria de los movimientos de masas de los años treinta. Fanático es “quien está dispuesto a sacrificar su vida y la de otros por una causa sagrada, una totalidad colectiva o una Arcadia futura”. Su sectarismo y férreo dogmatismo, ya sea político o religioso, lo incapacitan para respetar o considerar otro tipo de creencias u opiniones. Más de siete décadas después, la famosa divisa del “piensa como yo o muere” ha tenido y sigue teniendo una triste vigencia. La historia europea contemporánea es elocuente del carácter violento que puede adoptar cualquier movilización política, siendo el terrorismo su expresión por antonomasia: ETA, las Brigadas Rojas o el IRA han dejado miles de víctimas tras de sí. En los últimos años, el terrorismo yihadista, de alcance global, se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los medios y de los poderes públicos. Para las ciencias sociales sigue siendo un reto tratar de describir, explicar, predecir y prevenir estos procesos de sectarismo y radicalización violenta.

Con este mismo propósito, este libro pretende mostrar, desde una diversidad de planteamientos tanto ideológicos como disciplinares, la proximidad del pensamiento sectario que durante décadas padeció nuestra sociedad y el que anima las explosiones de violencia del terrorismo global. Se trata así de ofrecer una mirada abierta y crítica que evite las polarizaciones, mostrando también experiencias positivas, dando a conocer las condiciones en que se forma el fanático hoy y las posibilidades de cortocircuitar el paso del pensamiento sectario a la fanatización y la violencia.

Más información sobre el libro