LA DERROTA DE ETA Y LA FORTALEZA DE LA DEMOCRACIA

El comunicado de la banda terrorista ETA del pasado 20 de octubre en el que anunciaba el cese definitivo de su actividad armada ha motivado múltiples reflexiones en todos los sectores de nuestra sociedad. Tras doce años de deslegitimación del terrorismo y de defensa del Estado de Derecho que nos defiende como ciudadanos, los miembros de la FUNDACIÓN FERNANDO BUESA queremos aportar nuestra reflexión en este nuevo tiempo que comienza. En primer lugar, es necesario resaltar que con la existencia de este comunicado se constata una evidencia: la derrota del terrorismo, del totalitarismo y del fanatismo. Y es una clara derrota porque todos y cada uno de los objetivos que ETA enarboló en su larga y dañina historia han sido objetivos no conseguidos. Tenemos ante nuestros ojos, por lo tanto, el fracaso más estrepitoso de un banda terrorista que no ha avanzado ni un paso en su intento de imponer un proyecto político totalitario. Este comunicado significa la derrota de ETA y la victoria de la democracia.

Y junto a esta derrota de ETA nuestro Estado de Derecho también ha logrado que su brazo político haya tenido que renunciar a sus actitudes conniventes con la banda terrorista y a sus comportamientos antidemocráticos de antaño que tan bien recordamos todos. No debemos olvidar que, para no estar excluidos de la actividad política que les llevaba al ostracismo y quizá a la desaparición, han tenido que aceptar la Ley de Partidos, la legitimidad de los tribunales españoles e, incluso, los símbolos del Estado de Derecho, como es la bandera nacional. Esto es pura y simplemente claudicación, por mucho que quieran presentarse ante la sociedad como los nuevos mensajeros de la paz. Nuestra memoria no es tan frágil ni nuestra determinación democrática tan débil como les gustaría. Esta claudicación es, en definitiva, la confirmación de la victoria de la democracia frente al fanatismo.

Ahora son ellos los que tendrán que demostrar que no siguen defendiendo el proyecto totalitario por el que ETA asesinó, los que tendrán que superar las pruebas que la democracia pone a los que quieren formar parte de nuestras instituciones.

Ahora bien, ese comunicado que por una parte nos produjo alegría porque ya no habrá más víctimas, alivio por los amenazados y satisfacción por la victoria de la razón sobre el fanatismo, también nos produjo tristeza al recordar a los ausentes, junto a una cierta inquietud porque ETA aún no se ha disuelto y porque los demócratas no estén unidos en el final de la banda.

Podemos entender perfectamente los sentimientos encontrados que manifiestan las víctimas de ETA, alegría y tristeza a la vez, satisfacción e inquietud al mismo tiempo, alivio y melancolía a partes iguales. Pero para la sociedad, el sentimiento que tenemos que cultivar de cara al futuro es la esperanza. Una esperanza fundada en la confianza en nuestro Estado de Derecho. El mismo que ha conseguido derrotar a ETA será quien tenga que guiar su final, su disolución sin contrapartidas,  y la construcción de un futuro de convivencia en paz y en libertad para el País Vasco. Confianza porque, aunque quedan muchas cosas por hacer, seremos capaces de lograrlas si empleamos los mismos principios que nos han permitido llegar hasta aquí y que nos dicen:

* Que no les debemos nada. Son ellos los que tienen una inmensa deuda contraída con la sociedad vasca.

* Que es fundamental la unidad de los demócratas, no sólo en la lucha contra el terrorismo, sino también en el diseño consensuado de su final.

* Que no nos debe guiar más que el imperio de la ley. Que todo es posible dentro de la ley, nada fuera de ella.

* Que debemos seguir defendiendo la legitimidad de nuestras Instituciones y del marco jurídico político que nos hemos dado: la Constitución y el Estatuto.

* Que la condición de ciudadanía está por encima de cualquier identidad. Todos somos vascos e igual de vascos pensemos lo que pensemos y nos sintamos pertenecientes a cualquier identidad.

* Y que lo que urge ahora es la construcción de una memoria veraz de lo ocurrido. Una memoria basada en el sufrimiento injusto de las víctimas, porque no hay nada que deslegitime más al terrorismo como la constatación del derecho vulnerado de sus víctimas.

EL LUGAR DE LA MEMORIA

Seminario sobre un centro de la memoria en el País Vasco

 "Espero vivir el final de ETA, lo que me preocupa es cómo se llega". Natividad Rodriguez
Elcorreo.com 02/10/2011 Idioma de los documentos: ESPAÑOL

 ¿Recordaremos siempre a los muertos?. JUAN LUIS DE LEÓN
El Correo 31/10/2011. Idioma de los documentos: ESPAÑOL

 Escuela y silencio tras la declaración de ETA. PABLO GARCÍA DE VICUÑA PEÑAFIEL
ElPais.com 28/10/2011. Idioma de los documentos: ESPAÑOL

 Esos cielos. EDUARDO MADINA 
ElPais.com 22/10/2011. Idioma de los documentos: ESPAÑOL