La convivencia necesita de consensos

El pasado martes 8 de Junio el Gobierno Vasco aprobó el denominado Plan de Convivencia Democrática y de Deslegitimación de la violencia. Un Plan extraordinariamente importante que viene a desarrollar lo previsto en la Ley 4/2008 de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Terrorismo, ley que fue aprobada con los votos de todos los partidos políticos representados en el Parlamento Vasco.

Este Plan debe su trascendencia al hecho de que el terrorismo no sólo se combate deteniendo comandos, sino promoviendo valores de libertad, justicia, solidaridad y respeto al pluralismo, en definitiva valores democráticos, legitimando el Estado de Derecho y los pactos de convivencia en los que éste se articula; y deslegitimando el uso de la violencia terrorista y los objetivos políticos que con ella se persiguen y que la Ley 4/2008 define como “el establecimiento de un sistema totalitario y excluyente”. Todas estas cuestiones están contenidas en el mencionado Plan.

Nuestra Fundación firmó un comunicado con otras asociaciones y fundaciones de víctimas del terrorismo alegrándonos por el contenido del Plan e instando a los diferentes grupos parlamentarios a continuar con el espíritu de pacto que presidió la aprobación de la Ley 4/2008. Y hemos comprobado con indisimulada preocupación que dicho espíritu de consenso no se ha plasmado en la aprobación del Plan.

Queremos en primer lugar agradecer a los grupos que han hecho posible que este Plan salga adelante, porque nos parece fundamental, para la futura convivencia de la sociedad vasca, que exista y que se aplique. Y desde el más escrupuloso de los respetos, manifestar nuestra preocupación por la ruptura de los consensos básicos alcanzados durante el debate de la Ley de Víctimas y por los argumentos que justifican esta ruptura.

La defensa de la democracia, de sus instituciones y de los pactos de convivencia que libremente nos hemos dado no es adoctrinamiento, es defender la libertad contra el totalitarismo y la exclusión, como mandata la Ley de Víctimas. Es esta ley la que define a la víctima del terrorismo en su artículo 2, y la que condena todos los terrorismos que hemos sufrido y que desaparecieron hace más de 20 años, GAL, Triple A, Batallón Vasco-español etc., y el que seguimos sufriendo, ETA. Y esta ley, como decíamos al comienzo del editorial, fue aprobada por unanimidad. Y estos mismos principios, que aparecen de nuevo en el Plan de Convivencia, son cuestionados por algunos que sí los suscribieron en el debate de la ley.

Nos preocupa que los consensos básicos alcanzados en defensa de la paz, la libertad y la convivencia en democracia, recogidos en el artículo 9 de la mencionada ley, que consideramos pre-partidarios, hayan sido rotos en función de no comprendemos bien qué razones.

Pero por encima de esta preocupación, queremos resaltar la enorme importancia del Plan, nuestro acuerdo con su contenido y nuestra satisfacción porque el apoyo recibido haya sido claramente mayoritario. Y también, realizar un llamamiento a todos los grupos políticos a recuperar los consensos en la puesta en marcha de las actuaciones concretas previstas en el Plan.

Natividad Rodríguez, Presidenta de la Fundación Fernando Buesa Blanco Fundazioa

Presentación del libro “La visibilidad social y política de las víctimas del terrorismo”